domingo, 20 de junio de 2010

FLUXUS

EMIR JIMENEZ SEPULVEDA

FLUXUS




La cotidianidad, nada mas simple y complejo a la vez que eso, el diario vivir y hacer, se vuelve repetitivo, valga la redundancia cotidiano, producto de esto, lo que disfrutabamos hacer casi a diario, ahora lo vemos como una obligación, donde esta el sentido de esto, porque lo que nos gusta hacer, ya no disfrutamos al trabajarlo??

¿Cómo volver a disfrutar lo que hoy es una obligación y una responsabilidad?